
Crononutrición

Crononutrición y Control Glucémico: La Importancia del Momento de la Ingesta en la Diabetes
El control glucémico no solo depende de lo que comemos, sino también de cuándo lo hacemos. Estudios recientes demuestran que el momento de la ingesta influye significativamente en la tolerancia a la glucosa, especialmente en personas con prediabetes o diabetes tipo 2. La Dra. Diana Díaz Rizzolo, experta en crononutrición, obesidad y diabetes de la UOC y la Universidad de Columbia, destaca que una cena tardía o rica en carbohidratos puede alterar la glucemia nocturna y elevar los niveles de glucosa en ayunas, con implicaciones directas en la progresión de la diabetes y el riesgo cardiovascular. Este tipo de afecciones afecta en mayor medida a las personas mayores, por lo que en nuestra residencia de ancianos de Málaga, Residencia Santa Ana, siempre estamos atentos a investigaciones que mitiguen sus efectos.
Esta perspectiva abre nuevas vías en el manejo de la diabetes, donde la crononutrición -el estudio de la interacción entre los ritmos circadianos y la alimentación- adquiere especial relevancia. La evidencia sugiere que distribuir las calorías adecuadamente a lo largo del día y ajustar los horarios de las comidas podría mejorar el control metabólico. Como señala la Dra. Díaz Rizzolo, integrar estos principios en la práctica clínica podría marcar una diferencia significativa en la prevención y tratamiento de la diabetes tipo 2.
Crononutrición: Más Allá de la Dieta Tradicional
El concepto de cronotipo -la predisposición natural a estar activo en ciertos momentos del día- juega un papel crucial en cómo metabolizamos los alimentos. La crononutrición estudia esta relación, demostrando que nuestro cuerpo no procesa los nutrientes de igual forma por la mañana que por la noche. «En una sociedad donde cada vez comemos más tarde, entender estos ritmos es esencial para optimizar el control glucémico», afirma la Dra. Díaz Rizzolo, quien aboga por considerar el horario de las comidas como una variable clínica más.
A pesar de la creciente popularidad del ayuno intermitente, los profesionales sanitarios aún no han incorporado plenamente los principios de los ritmos circadianos en las guías clínicas. La experta insiste en la necesidad de personalizar las recomendaciones según el cronotipo, los horarios laborales y el estado metabólico de cada paciente. Esta aproximación individualizada podría maximizar los beneficios de las intervenciones nutricionales en personas con alteraciones glucémicas.
Recomendaciones Prácticas para Mejorar el Control Glucémico
Basándose en la evidencia científica, la Dra. Díaz Rizzolo ofrece cinco consejos clave para aplicar la crononutrición en la práctica diaria.
- Centrar la ingesta de calorías por la mañana. Primero, recomienda concentrar la mayor parte de las calorías y carbohidratos en las primeras horas del día, cuando la sensibilidad a la insulina es mayor.
- Evitar las cenas copiosas. Segundo, sugiere evitar cenas copiosas y tardías, especialmente en personas con alteraciones metabólicas, ya que pueden afectar negativamente la glucemia nocturna y matutina.
- Horarios de comida regulares. Tercero, enfatiza la importancia de mantener horarios regulares de comidas alineados con los ciclos de luz natural.
- Identificar el cronotipo de cada persona. Cuarto, propone identificar el cronotipo individual, ya que no todos metabolizamos igual a las mismas horas.
Finalmente, recuerda que pequeños cambios sostenidos pueden tener un impacto significativo, sin necesidad de abordajes extremos que puedan resultar contraproducentes a largo plazo.
Dietas Tradicionales como Herramienta Terapéutica: El Caso de la Dieta Atlántica
Frente a la proliferación de nuevas dietas, expertos como la Dra. María del Mar Calvo Malvar destacan el valor de los patrones alimentarios tradicionales. La dieta atlántica, caracterizada por su riqueza en productos frescos locales como pescados, mariscos, verduras de la familia Brassica y aceite de oliva, ha demostrado beneficios en la prevención del síndrome metabólico y otras enfermedades crónicas.
Este modelo, arraigado en el noroeste peninsular pero adaptable a otros contextos, combina beneficios para la salud con sostenibilidad ambiental. Al basarse en productos mínimamente procesados y de proximidad, presenta una huella ecológica menor que dietas más industrializadas. Su flexibilidad la convierte en una opción viable para diversas regiones, manteniendo sus principios fundamentales de calidad nutricional y respeto al medio ambiente.
Hacia una Alimentación Saludable y Sostenible
La creciente conciencia sobre la relación entre alimentación y sostenibilidad ha llevado a propuestas como la Planetary Health Diet, que busca armonizar la salud humana con los límites ecológicos del planeta. Como señala la Dra. Calvo, tanto la dieta atlántica como la mediterránea pueden considerarse adaptaciones locales de estos principios globales, facilitando su implementación en contextos culturales específicos.
Ante los retos actuales que enfrentan la salud pública y el medio ambiente, promover patrones alimentarios saludables y sostenibles se convierte en una prioridad. La integración de la crononutrición con dietas tradicionales de calidad ofrece un enfoque integral para mejorar el control metabólico, prevenir enfermedades crónicas y contribuir a la sostenibilidad del sistema alimentario. Este abordaje holístico representa el futuro de la terapia nutricional en diabetes y otras condiciones metabólicas.