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ejercicio terapéutico

Ejercicio Terapéutico

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El Ejercicio Terapéutico Debe Ser Personalizado como un Fármaco, Según Médicos Rehabilitadores

En el ámbito de la rehabilitación médica, el ejercicio terapéutico ha adquirido un papel fundamental en la recuperación de pacientes con diversas patologías. Sin embargo, su prescripción no debe ser generalizada, sino adaptada a las necesidades individuales de cada persona. Así lo ha destacado la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), que compara su dosificación con la de un tratamiento farmacológico, requiriendo precisión y personalización para garantizar su eficacia y seguridad. El ejercicio terapéutico es una herramienta que se puede implementar en nuestra residencia de mayores en Málaga.

La Importancia de la Personalización del Ejercicio Terapéutico

El ejercicio terapéutico es una herramienta clave en el tratamiento de enfermedades musculoesqueléticas, neurológicas, cardiovasculares y respiratorias. Sin embargo, su aplicación indiscriminada puede generar efectos adversos o incluso agravar la condición del paciente.

Los médicos rehabilitadores insisten en que, al igual que un fármaco, el ejercicio debe ser prescrito en dosis adecuadas, considerando factores como:

  • Edad y sexo del paciente.
  • Estado de salud y patologías previas.
  • Nivel de movilidad y condición física.
  • Objetivos terapéuticos (recuperación funcional, reducción del dolor, mejora de la resistencia, etc.).

Este enfoque individualizado no solo mejora los resultados clínicos, sino que también incrementa la adherencia al tratamiento, evitando el abandono prematuro del envejecimiento activo.

Comparación del Ejercicio Terapéutico con la Prescripción Farmacológica

La SERMEF subraya que el ejercicio terapéutico debe seguir un protocolo similar al de los medicamentos:

  1. Diagnóstico preciso. Identificar la patología y las limitaciones funcionales del paciente.
  2. Dosificación adecuada. Establecer intensidad, frecuencia, duración y tipo de ejercicio.
  3. Monitorización continua. Evaluar la respuesta del paciente y ajustar el tratamiento según su evolución.
  4. Prevención de efectos adversos. Evitar sobreesfuerzos o movimientos contraindicados.

Esta metodología garantiza que el ejercicio sea seguro, eficaz y adaptado a cada caso, minimizando riesgos y maximizando beneficios.

Aplicaciones Clínicas del Ejercicio Personalizado

El ejercicio terapéutico personalizado es esencial en diversas áreas de la rehabilitación:

  1. Rehabilitación Musculoesquelética. Pacientes con lesiones articulares, fracturas o enfermedades degenerativas (como artrosis) requieren programas específicos para recuperar fuerza y movilidad sin dañar las estructuras afectadas.
  2. Recuperación Neurológica. En casos de ictus, esclerosis múltiple o lesiones medulares, el ejercicio adaptado ayuda a mejorar la coordinación, el equilibrio y la autonomía funcional.
  3. Rehabilitación Cardiaca. Pacientes postinfarto o con insuficiencia cardiaca necesitan actividad física controlada para fortalecer el sistema cardiovascular sin sobrecargarlo.
  4. Tratamiento del Dolor Crónico. Programas de ejercicios graduales y supervisados reducen el dolor en afecciones como la fibromialgia o la lumbalgia crónica.

El Papel del Médico Rehabilitador en la Prescripción de Ejercicio

Los especialistas en Medicina Física y Rehabilitación son los profesionales idóneos para diseñar y supervisar estos tratamientos, ya que:

  • Conocen en profundidad la fisiopatología de las enfermedades.
  • Dominan las técnicas de valoración funcional.
  • Pueden adaptar el ejercicio a las comorbilidades del paciente.

Su intervención es clave para evitar prácticas incorrectas, como el uso de ejercicios genéricos sin supervisión, que pueden causar más daño que beneficio.

Conclusión

El ejercicio terapéutico es un pilar fundamental en la rehabilitación, pero su éxito depende de una prescripción personalizada y supervisada, al igual que ocurre con los fármacos. La SERMEF recalca la necesidad de que estos programas sean diseñados por médicos rehabilitadores, garantizando así su eficacia y seguridad. En un contexto donde la medicina avanza hacia tratamientos cada vez más individualizados, el ejercicio terapéutico no puede quedarse atrás. Su correcta dosificación marca la diferencia entre una recuperación exitosa y un proceso frustrante para el paciente.

 

Fuente: Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF).